¿Una boda de cuento? Mari Cruz y David, una bailarina y un soldado… una boda romántica y fresca, dos personas maravillosas y tiernas, que pusieron su personalidad en cada uno de los detalles, y su alma en cada una de sus palabras.
Cuando les conocí, me inspiraron tanta ternura! fue una de esas veces en que sabes que esa unión va más allá de unos buenos propósitos por muy reales que sean; en cada una de sus miradas ves cómo cada sílaba se complementa y cómo se cuidan mutuamente en cada gesto.
El hilo conductor de su boda comenzó en la preboda, para la que ambos eligieron aquello que más les identifica, sus profesiones. Y ambas, soldado y bailarina, marcaron toda la temática de su boda.
La ceremonia religiosa se celebró en el Convento del Carmen, Parroquia de San Juan Bautista, en Cox, de donde es Maricruz. Ella, llegó a la Iglesia a pie, acompañada de su familia, como es tradición allí. David, la esperaba dentro de la Iglesia acompañada de los suyos y de sus compañeros de cuartel. El banquete, en La Masía de Chencho, la decoración floral en casa de los novios, Iglesia y banquete, el bolso de la madre de la novia, una auténtica joya, así como el precioso ramo de la novia, los hizo Abraham, de Toma Jardín Arte Floral, las fotografías profesionales son de Javier Berenguer, el seating de la ceremonia y del banquete así como la decoración general de TuBodaEsÚnica…
«El soldadito de plomo miró a la bailarina, y pensó: esta es la compañera que quiero para mi vida…»
