En alguna ocasión ya he dado mi opinión sobre el número de cuenta en las invitaciones de boda. Es lógico que se acabe dando por normal lo que se hace muy a menudo. En definitiva, cuando ponemos el número de cuenta en la invitación de boda, estamos diciendo que ya tenemos de todo y no necesitamos nada, pero que el dinero nos ayudará a pagar los gastos bien del banquete, bien del viaje de luna de miel, o de algún objeto especialmente costoso para un sólo invitado.
Invitar significa que la persona que asiste lo hace en correspondencia a nuestra invitación y se da por hecho que no se paga nada, es decir, una invitación es para asistir gratis a la celebración. Así que, si nos invitan, no pagamos. Es una paradoja, ya lo sé. Nos entregan una invitación de boda y a cambio de asistir, hacemos un regalo, bien en especie bien en dinero. El matiz es que originalmente el motivo de esto, es que los invitados contribuían al equipamiento de una nueva casa. Pero como esto ya no se da, con el ingreso a lo que contribuimos es a pagar nuestro propio cubierto.
Obviamente, los novios nunca pondrán que el dinero que les regalamos es para pagar nuestro propio gasto, cosa que sí se hacía durante una época y en algunos lugares donde ha sido tradición hacerlo así.
Volviendo sobre dónde debe ponerse el número de cuenta, debe ser siempre en tarjeta a parte, más pequeña pero de la misma calidad que la invitación, y en ningún caso la que proporciona la entidad bancaria con su logotipo y publicidad (si el banco quiere tener un detalle con nosotros que nos pague las tarjetas que nosotros elegimos, no la que él quiere encima de que se beneficia de las operaciones de nuestra cuenta corriente motivadas por la boda). Esta tarjeta sólo llevará el número de cuenta y el nombre de los novios.
Se coloca dentro del tarjetón de boda, y si es posible, en sobre acorde al tamaño y calidad de la tarjeta. Si junto a la invitación, se hubiera de añadir otros documentos como plano del lugar, nota de protocolo, etc., meteríamos todo esto dentro del mismo sobre, siempre distinto de el del tarjetón.
La otra opción es poner el número en un lugar discreto del propio tarjetón, en tipografía más pequeña, y normalmente será al pie y al final de cualquier otro texto. Lo frecuente, bajo el texto de «confirmar».
La fotografía es de una nota de protocolo que se incluía en la invitación de Cristina y David, que se celebró en la Isla de Tabarca. Se da perfectamente a entender que el dinero obsequiado irá destinado a su luna de miel.
